Fallas estructurales

Claudio Palavecino 27 May 201027/05/10 a las 09:37 hrs.2010-05-27 09:37:27

(Carta al Director de El Mercurio, jueves 27 de mayo de 2010)

Señor Director:

Atribuir a la “codicia privada” el origen de la crisis financiera, como lo hace Ernesto Ottone en su columna de ayer, es tan falaz como culpar a la ley de gravedad de los accidentes aéreos. La codicia ha sido una constante en la historia humana y en pocos lugares se aprecia tan crudamente como en el aparato estatal, donde los escándalos de corrupción son pan de cada día. Ahora bien, la razón por la que Wall Street asumió riesgos desmedidos fue precisamente por la intervención del Estado en los mercados libres. Si la Reserva Federal —una criatura del gobierno norteamericano— no hubiera mantenido tasas de interés artificialmente bajas, la burbuja inmobiliaria jamás habría existido. Del mismo modo, fueron las semiestatales Fannie Mae y Freddie Mac, bajo presión de los políticos norteamericanos, las que garantizaron más del 50% de los créditos subprime responsables del desastre. En cuanto a los rescates a la banca, éstos sólo han empeorado las cosas al concentrar aun más al sector financiero e introducir un elemento sistémico de riesgo moral que no tardará en desembocar en otra crisis aún peor.

Finalmente, no es efectivo, como afirma Ottone, que la situación fiscal y económica deplorable de los países europeos se deba al rescate a las instituciones financieras. Por años, los países europeos vienen exhibiendo bajas tasas de crecimiento económico, además de niveles de desempleo en torno a los dos dígitos. Y también por años que vienen gastando más de lo que producen, arrastrando crecientes déficits fiscales. Por eso, Angela Merkel ha declarado hace poco que “desde hace mucho tiempo que Alemania viene viviendo por sobre sus posibilidades”. Es tiempo de que nuestros progresistas acepten de una vez que el Estado de bienestar, es decir, la idea de que es posible vivir mejor trabajando menos, no es más que una fantasía.

Axel Kaiser
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Última Modificación 27 May 201027/05/10 a las 09:37 hrs.2010-05-27 09:37:27
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  • Esteban Cuevas Lunt

    27 Jun 201027/06/10 a las 19:16 hrs.2010-06-27 19:16:27

    Estimado Profesor:

    Justamente, cuando hablé de la regulación, me referí especificamente a los Bancos, que fueron el punto de partida de la presente crisis. Me parecería absurdo, en efecto tratar de intervenir las decisiones de cada agente económico y pretendiendo que sus decisiones sean siempre acertadas, pero hay ciertos operadores sobre los cuales descansa el sistema que es demasiado, demasiado riesgoso que tomen malas decisiones, y ellos son los bancos. Vale decir, si ellos caen, caemos todos, por tanto para que los demás agentes puedan tomar los riesgos que pueden, y ojalá tomen, la banca tiene que estar firme Por ello, Chile en su completa política liberal, vio necesario al menos respecto de ellos, controlarlos un poco. La regulación tampoco es tan asfixiante ni llega a asemejarse en ningun nivel a una economia planificada, simplemente que no se sobreendeuden y que no compren deuda demasiado riesgosa. Me parece que el crecimiento que Chile experimentó con posterioridad a estas medidas y su fortaleza resistiendo la crisis no hacen mas que confirmar que tal decisión fue acertada.

  • Camilo Andrés González Villanueva

    25 Jun 201025/06/10 a las 09:18 hrs.2010-06-25 09:18:25

    Como aporte mínimo de mi persona para con ustedes: Una disquisición a propósito de una frase del señor Axel Kaiser:

    Kaiser, como nos tiene acostumbrados en sus frecuentes cartas al director de “El Mercurio” vuelve a atacar cualquier forma de intervención estatal, como si esta fuera manifestación del Mal mismo. Y una apología de la economía liberal, de paso. No hablaré, sin embargo, de esos temas—principales en esta carta, podría creerse—, pues pienso que ya ha sido tratado convenientemente por los compañeros. No. Discurro por otro lado, desde otro concepto Kaiser: «La codicia como elemento siempre presente en la historia humana».
    Creo que el concepto de Kaiser es poco feliz.. Quizá, le doy el beneficio de la duda, sería mejor «ánimo de afirmación del yo», o alguna otra cosa semejante. Podría admitir la «voluntad» de afirmación como elemento inherente no solo a la historia, sino a la condición misma del hombre—junto a la mortalidad, etc. —, pero difícilmente la codicia; elemento desintegrador por excelencia; difícil es que, lo que se ha tenido como vicio al menos desde Platón (cf. para este punto la "República", Libro VII), sea constante, como sí fuertemente incidente o recurrente. Y aun aceptando el que sea una constante, ¿deberíamos afirmarla y justificar los peores desastres económicos--y éticos, etc.--que podemos recordar por el solo hecho de ser constante? — Otra vez dudo. Y me parece, de hecho, peligroso. Ningún valor occidental podría ser afirmado, en tal caso, frente a un vicio.

    Ojalá sirva de algo para la discusión. Saludos,

    Camilo

  • Diego Monares G.

    25 Jun 201025/06/10 a las 08:57 hrs.2010-06-25 08:57:25

    Aunque la mona se vista de seda, mona queda. Eso es lo que pasa con el capitalismo en todas sus fases de desarrollo, pero hoy estamos en presencia de un sistema productivo cada vez más complejo. La regulación jurídica puede existir, pero solo es nominal, el capital hoy fluye A NIVEL MUNDIAL con una facilidad increíble, nuestras deudas pueden estar compradas en Bielorrusia y haber pasado por mínimo cinco dueños, por lo que he ahí el paradigma de la anarquía del neoliberalismo. Asumimos que se pueden amortiguar las crisis cíclicas, generadas y esperadas por incesante crecimiento económico que necesita la creciente deuda monetaria, pero el sentido común no entiende o se le esconde tal hecho (planteada por David Ricardo comprobada por Marx en su ley de rendimientos decrecientes). Lo más llamativo es que aceptamos esas constantes caídas como algo natural y obvio, como si fuesen los terremotos que no podemos predecir ni evitar. La economía no es tal, es lo más humano del mundo, pero está controlada por pocos y codiciosos.

  • Jennifer Flores M.

    25 Jun 201025/06/10 a las 08:28 hrs.2010-06-25 08:28:25

    Concuerdo plenamente con lo que señala Francisco, debo agregar a lo señalado por Alex K. “la idea de que es posible vivir mejor trabajando menos, no es más que una fantasía”.
    No es una fantasía pensar que se puede vivir mejor o tener una mejor calidad de vida, si se trabaja menos, ahora ello no significa que para vivir mejor no hay que trabajar, sino que hay que trabajar para vivir y no viceversa. La postura de Alex es fácil plantearla si consideramos que las personas gozan de buenas condiciones laborales, que se respetan sus derechos laborales, que no trabajan mas allá de 8 horas diarias, que sus remuneraciones son proporcional al trabajo que realizan y que además poseen el tiempo suficiente para realizar actividades recreativas o de esparcimiento, con un gran acercamiento a la cultura, con estas condiciones cualquiera quisiera trabajar más y ser más productivo, por que ello con llevaría necesariamente una mejor calidad de vida, sin embargo la realidad es otra, por lo menos en chile. Para los sectores medios y bajos trabajar más solo implica ser más explotados obteniendo los mismos salario e incluso más bajos, por ello el trabajo en relación directamente proporcional con la calidad de vida no se debería cuantificar, sino más bien cualificar; trabajar más horas no significa ganar más o dedicarle más tiempo al trabajo no implica necesariamente vivir mejor.

  • Francisco Bustos

    25 Jun 201025/06/10 a las 01:54 hrs.2010-06-25 01:54:25

    Otra cosa, en el asunto de los remedios nadie ha dicho que exista una respuesta o solución mágica, pero existen algunas medidas más o menos probadas que se han legitimado al precio del "ensayo y error". Hay limitantes que pueden jugar beneficiosamente al mercado, como otras que no.

    Por ejemplo la creación de ciertos organismos como los Bancos Centrales ha servido para separar la política monetaria de la financiera. Eso sin duda ha tenido efectos positivos en las economías, racionalizando un control, otorgandole controles a entidades profesionales, y separando esas dos importantes áreas. Ese es un caso de control relativamente probado y que ha servido para afrontar de mejor manera ciertas crisis. (Uno ve también lo que pasa en países que intentan minar las autonomías de los Bancos Centrales).

    La existencia de mecanismos de control aseguran la estabilidad de ciertos mercados, lo que repercute también en fomentar las inversiones, pues se reducen los costos en resguardos que deben tomarse para invertir en un "pleno liberalismo" -la reducción del costo de saber que es mejor por X razón invertir en Chile y no en Afganistán- basada en ciertos estándares internacionales sin duda tiene efectos benéficos en los propios mercados.

    Hay también limitaciones que miran a otras lógicas. Como cumplir algunos de los mandatos del estado, que son propender al bien común, respetar tratados internacionales, o preservar el medio ambiente, por ejemplo, cuestiones que no necesariamente pueden ser resueltas por los privados, por su propia naturaleza.

    Saludos

  • Francisco Bustos

    25 Jun 201025/06/10 a las 01:27 hrs.2010-06-25 01:27:25

    Profesor
    Nadie niega muchas de las ventajas del liberalismo y del sistema capitalista. La cultura sobre derechos individuales y muchos de los bienes e inventos como internet y otros sin duda son grande aportes que han significado un salto increible de la especie en los últimos siglos. El problema es que los mercados totalmente desregulados han llevado a grandes crisis económicas y tienen consecuencias adversas.

    Ahora bien, reconozco que hay un gran problema probatorio en esta discusión, pues es algo hipotético es saber que pasaría si se quitaran las regulaciones a los mercados. En lo personal tengo la impresión de que eso generaría consecuencias adversas, posibilitando que se generen muchas más crisis que las que hemos conocido. Sus resultados no creo que necesariamente hubieran destruido al sistema. Más bien pienso que, nuevamente, habrían permitido que los mercados se reajustaran y mantuvieran sus ciclos, con algunos ganando y otros perdiendo.

    El punto es que los ciclos del mercado no son meras estadísticas. Son verdaderos cataclismos sociales y demográficos. Basta ver las estadísticas demográficas que secundan cada crisis económica. Ahora bien, un profesor en la facultad decía -ironicamente por cierto- que finalmente eso llevará a que el capitalismo termine con la pobreza, pues se hubiera muerto los pobres (además en tiempos de crisis la ayuda humanitaria desciende proporcionalmente más que el gasto militar. Tenemos de los niveles de gasto militar más altos en 20 años y el más bajo de ayuda humanitaria en el mismo período).

    Si queremos conjugar muchas de las ventajas del mercado, a la vez de impedir algunos de sus efectos más adversos hay que conjugar algunas regulaciones, para intentar evitarlos, o anticiparse a ellos de forma que sean lo menos dañinos.

    Concuedo si en una cosa. No creo que deba limitarse al empresario "irresponsable". En general en derecho comparado existe un principio de "libre apreciación de los negocios" considerando que muchas veces grandes éxitos son vistos como tonterías o locuras ex ante. (Hoy mi hermano me contaba que Bill Gates se rio de Apple cuando le mostraron que desarrollaron lo que hoy conocemos como "mouse" y ha sido un exitaso), por eso yo acoto principalmente a que deben castigarse las conductas maliciosas y no necesariamente las intrépidas.

    No creo que eso sea una "versión aguada de la economía planificada".
    Saludos

  • Claudio Palavecino

    25 Jun 201025/06/10 a las 00:54 hrs.2010-06-25 00:54:25

    Leo con auténtica fruición sus comentarios -obviamente algunos con más fruición que otros, como intuirán.
    Nadie niega los ciclos económicos. Parece también haber consenso en que la codicia forma parte de los ímpetus propios de todo ser vivo (no la "voluntad de poder" de que hablaba el último Nietzsche, sino "voluntad de apropiación", es lo que singulariza al hombre sano).
    Lo que me asombra es que también haya consenso en que sea como fuere "hay que regular." Yo ya me emocionaba hasta las lágrimas con el discurso de Esteban hasta que me sale con: Por tanto, el problema no es la codicia. El problema es la codicia intrépida... El juego de la economía libre supone que algunos, pierdan, normalmente los intrépidos son los que hacen malos negocios, (tal vez habria que haber djeado que muchos ejecutivos se lanzaran desde sus altas oficinas del Wall Street o se colgaran de sus corbatas de seda) pero en fin... mi asombro lo provoca en esa fe mágica en la regulación. Me gustaría leer ¿quién sabe cómo hay que regular para evitar estas cosas? En occidente NO HAY MERCADOS DESREGULADOS y los ciclos económicos se suceden inevitablemente uno tras otros. ¿Uds realmente creen que hay alguna mente o conjunto de mentes que saben lo que hay que restrigir o limitar para que no surja un Madoff ??? ¿Cómo se deslinda la codicia "legítima" de la codicia "intrépida", cuáles son la reglas correctas??? Nadie lo sabe. "Creer" (porque no veo que se traspase el ámbito de la fe o la creencia) que sí es posible corregir el mercado, descubrir el o los remedios no es más que defender una versión aguada de la economía planficada.

  • Hans Christian Bevensee Canavati

    25 Jun 201025/06/10 a las 00:07 hrs.2010-06-25 00:07:25

    El asunto de la codicia y el interés privado no es más que el repetido argumento Keynesiano de "Animal Spirits", no vale la pena seguir tratándolo. Por lo demás creo compartir la idea de Annibal en cuanto es de la natureza de la social democracia el tratar de llevar a mayores niveles de eficiencia en la producción, generando las mayores riquezas que puedan. El problema es que este aumento en la producción no lo ven quiénes son partícipes. Es por esto que el intervencionismo estatal debiese limitarse a la política de incentivos a la producción de quién es más eficiente, y obligar al empresario a transmitir estos nuevos beneficios a sus empleados. Saludos!

  • Annibal Cano G.

    24 Jun 201024/06/10 a las 23:43 hrs.2010-06-24 23:43:24

    Sin duda que la ambición de superarse es necesaria en todos los ambitos de la vida, me parece que la discusión no está en ese punto. Creo que la codicia de la que se habla muestra no un afan de surir simplemente sino que hacerlo sin mirar hacia el lado. A riesgo de ser calificado de utópico, me parece que la ambicion no tiene necesariamente que ir de la mano del egoismo. Me explico, el afan de generar mas riquezas no excluye la posibilidad de que junto a quien se hace rico, lo hagan tambien sus trabajadores por ejemplo. Esa es la idea que me parece no esta inmersa en los pensamientos liberales de quienes llevan las riendas de la economía y han provocado las desigualdades que conocemos existen en nuestra sociedad.

  • Francisco Bustos

    24 Jun 201024/06/10 a las 23:39 hrs.2010-06-24 23:39:24

    Reflexionando sobre las ventajas del mercado, en general se saca a colación su eficacia, por sobre los sistemas de administración centralizados.

    Efectivamente creo que no es necesario señalar ejemplos concretos que pueden servir para apoyar la afirmación de que el Estado en general no es buen productor de automóviles, televisores y refrigeradores (...)

    Sin embargo de eso no podemos deducir que el Mercado es el paradigma de la eficiencia, por descarte.

    Exige que nos preguntemos que entendemos por eficiencia. Si miramos la economía, veremos que la eficiencia del mercado no es Paretiana (que es la que entiende que “una transacción superior (…) es aquella que mejora la posición de al menos una persona, sin empeorar la posición de nadie.”), sino que más bien responde al criterio Kaldor-Hicks o de maximización de la riqueza (este criterio permite explicar que la riqueza de la sociedad aumente, aunque la posición de alguna persona -o de cientos de miles- podría verse menoscabada en el proceso.)

    Cuando los economistas dicen que el libre mercado es eficiente más de un 90% de las veces se basan en el criterio K-H, que en los criterios paretianos.

    Saludos

  • Pablo Gres

    24 Jun 201024/06/10 a las 23:39 hrs.2010-06-24 23:39:24

    Concuerdo con lo que dice Francisco, aunque me gustaría esbozar algunas ideas sobre la intervención.
    A mi parecer la intervencion estatal, muchas veces (quizás de buena fe) al tratar de sobreponerse a una crisis, lo que hace es alargar la vida de (y avalar) un sistema que tiende a su propia destrucción. La inversion que puede hacer el estado en "trabajo improductivo" para salvaguardar el sistema (sobreproductor) es lo que finalmente alagra su vida. El asunto es bastante paradojico ya que muchas veces el Estado viene a salvar el sistema de la libre competencia.
    Argumentos y teorías de este tipo ya tienen bastante tiempo, conocidas son las teorías de P. Sweezy y P. Baran.

  • Francisco Bustos

    24 Jun 201024/06/10 a las 23:31 hrs.2010-06-24 23:31:24

    Otra cuestión de gran relevancia que se ha explicitado por varios comentaristas es que la codicia no es algo propio de un determinado sistema económico. Se conocen casos de codicia más o menos generalizada en la grecia clásica, en la Roma imperial, en el lejano oriente, en el medioevo, en el Vaticano, en los países de la orbita socialista, y en Wall Street. Parece ser que el problema entonces no es la existencia de un impulso más o menos general de los hombres (en sentido amplio) de querer estar mejor. El punto es -como señala Claudio- que no es que la codicia o el querer más sea necesaria e inevitablemente algo moralmente malo. El querer mejorar es lo que ha llevado a que existan muchisimos adelantos. Probablemente de no haber curiosidad y deseos de superar la situación propia, el ser humano viviría aún en en neolítico.

    Lo problemático de la codicia -como algo natural- desde la perspectiva del sistema lo que señala Esteban, es decir, lo que en forma muy linda un autor expresa como como "la decadencia de los estándares mínimos éticos en la economía y en la administración" es decir, la corrupción). Creo que el problema son los casos de malicia, que se configuran como formas válidas de hacer negocios y que reciben al menos aún en nuestro sistema castigos irrisorios. (Al menos en EEUU y Europa personajes como Maddoff efectivamente no la sacan barata). El problema es que el mensaje que muchas veces da el sistema es que con tal de lograr el éxito esos caminos son legítimos.

  • Francisco Bustos

    24 Jun 201024/06/10 a las 23:11 hrs.2010-06-24 23:11:24

    Lo que Pablo indica es que justamente el problema intrinseco e insalvable del modelo económico que tenemos es que las crisis son inmanentes al sistema, es decir son problemas internos.

    La actual situación que atraviesan las distintas economías del mundo no se debió a un problema o una falla del capitalismo. La crisis no es un defecto, no es que algo haya salido mal; sino que es consecuencia directa del libre juego y la falta de regulación (que son herramientas que conocimos en crisis anteriores, y que ayudaron a superarlas, pero parece que hemos olvidado).

    Se podrá decir que esta es tan sólo una crisis cíclica, lo que parece disminuir aparentemente su efecto. Sin embargo cada una de las crisis cíclicas del capitalismo al ser cotejadas con estudios demográficos revelan una dramática disminución de la población. (Si bien en sus origenes el capitalismo permitio una revolución demográfica inédita en la historia, las crisis también provocan grandes problemas demográficos). No por nada se ha dicho por parte del Programa Mundial de Alimentos de la ONU que "Resolver la crisis alimentaria costaría menos del 0,01 por ciento del paquete de rescate de la crisis financiera mundial"

    Además en tiempos de crisis ocurren situaciones verdaderamente irracionales, como la destrucción de excedentes de alimentos para equilibrar sus precios. Claramente hay problemas del sistema que no se solucionan con "más libertad", sino con más regulaciones.

    Lo anterior no quita que la codicia no sea algo inmanente a un sólo sistema económico.
    Saludos

  • Javier Pérez Marchant

    24 Jun 201024/06/10 a las 23:07 hrs.2010-06-24 23:07:24

    No cabe mucho más que agregar a la opinión del Sr. Kaiser. Obviamente, atribuir a la codicia, y con apellido, el origen de una crisis sistémica de la organización financiera es, por lo bajo, un reprocho pre juicioso y político del sistema privado. Es absolutamente parcial atribuir al sistema privado elementos que, historicamente han sido elementos propios del sistema publico, tales como la codicia, el denomiado lucro, etc.... Además, el rescate del sistema financiero ha, claramente, generado un excesivo gasto fiscal, empero no es la razón principal de la crisis europea, que comprende otros factores tales como el descenso en la produccion, poblacion activa y un desplazo internacio de los mercados.

  • Pablo Gres

    24 Jun 201024/06/10 a las 22:40 hrs.2010-06-24 22:40:24

    Me parece que reducir el problema solo a la "codicia", es tratarlo de manera demaciado focalizada. Creo que el asunto tiene una raiz mucho más profundo. La competencia "perfecta", hace que los productores busquen producir más para obtener la mayor ganancia posible, efecto secundario de la ganacia de un productor es que los otros reciban cada vez menos utilidad. La clave es producir más para que (aunque ganando menos por producto) se gane más (como masa). El punto es que la competencia perfecta tiende a reducir la tasa de ganancia (no como masa sino como tasa historica y global) ¿Cómo? hay un momento en que se produce más de lo que verdaderamente se necesita o de lo que se puede comprar con los salarios pagados, lo que hace que el sistema entre en crisis.
    El argumento está bastante simplificado, pero creo que es bastante obvio que me refiero a la teoria de la reducción historica de la tasa de ganancia formulada por Marx. La crítica no es menor (ya que en parte explica las crisis del capitalismo no como externas sino que como internas) e incluso hoy por hoy es analizada en Universidades Norte americanas y europeas.

  • Esteban Cuevas Lunt

    24 Jun 201024/06/10 a las 15:55 hrs.2010-06-24 15:55:24

    A mi parecer, sin codicia no habría crecimiento. No habría desarrollo. No habría inventos, avances ni empleo. Aducir que la codicia conduce las crisis es un sinsentido, desde el momento que sería absurdo argumentar que los momentos de mayor crecimiento y esplendor económico se deben a la bondad del empresario. Cuando Chile crecía al 10% ¿Que sucedía mas, los empresarios hacían nuevas sucursales para ganar mas dinero o decidian que era suficiente dinero ganado y se iban para la casa? ¿Cual de estas dos actitudes hacer crecer el mercado, la riqueza y el bienestar general (entendido restringidamente a un mayor nivel de ingresos general) ? Parece claramente, que es la primera, la tan odiosa codicia, la que hace que existe prosperidad, pues sin codicia y sin deseo de hacer negocios prósperos y de que estos rindan, no hay movimiento económico, no hay empleos, no hay dinero de transacciones que el estado recaude y con ello no hay prestaciones sociales, no hay nada.

    Por tanto, el problema no es la codicia. El problema es la codicia intrépida. La codicia irresponsable, donde los bancos de Europa y Estados Unidos compraban paquetes de deudas cuyo riesgo era altísimo, claramente porque tenian un supuesto alto rendimiento, pero sin siquiera mirar de que estaban compuestos. Compraban paquete de deuda basura, donde las deudas eran incobrables y la tasa de retorno mínima, y sobre eso, a su vez se volvía a comprar y vender, formando una burbuja sin base. Aquí, no veo donde la codicia cause el problema, sino como dije anteriormente, la codicia intrépida e irresponsable por decirlo de forma amable.

    Por ello, aún cuando considero que el mercado debe operar lo mas libre posible, también creo cierto que debe regularse, para proteger a los privados de sus propias malas decisiones. No hay que ir lejos para encontra ejemplos de esto. En 1983 en Chile, la banca chilena colapsó. ¿El motivo? se endeudaron mas de lo que podían, y compraban deuda que sabían era demasiado riesgosa. El resultado fue una legislación bancaria que sin ahorcar su crecimiento, le impone límites racionales, vale decir que no sean irresponsables. El resultado ha sido una Banca muy firme, de gran crecimiento pero sostenible y no irresponsable. Por ello, poco nos dimos cuenta en Chile, en la vida diaria, de la crisis que está pasando paulatinamente.

  • Gabriela Loyola Almuna

    24 Jun 201024/06/10 a las 15:52 hrs.2010-06-24 15:52:24

    Diego: No veo lo malo en que las personas se muevan en torno a la maximización de sus intereses por lo demás me parece que es una política que sigue hasta el mismo Estado, ello porque hay respuesta en torno a la disponibilidad o en base a nuestras posibilidades, las actitudes mártires de sacrificio por otros creo hoy ya nadie las sostiene.

    En fin sin desviarme respecto a tu comentario de que hay una esfera privada que coapta a la publica, me parece que es caer en la injusticia y desconocer en gran parte el nacimiento de instituciones privadas que vinieron a suplir roles que el mismo Estado no logró cumplir a cabalidad, ello pues las políticas de protección social quiérase o no son pagadas por alguien y el estado tuvo que atender a su realidad a su capacidad efectiva para realizar estas.

    Para concluir me parece que la verdadera falacia, aun cuando suene contradictorio, es la fe ciega en el Estado , es decir, caer en el cuento de hadas de la solidaridad estatal, ello pues tal como evidencian los hechos esta función si es ficticia si ve que en la practica son las mismas personas quienes solventan las funciones estatales de protección social.

  • Diego Monares G.

    24 Jun 201024/06/10 a las 10:49 hrs.2010-06-24 10:49:24

    creer que los merados se pueden regular a si mismos es en sí misma una falacia. Los mercados no son entes abstractos que buscan la maximización económica en una esfera de competencia leal. Los mercados están compuestos y son impulsados por personas, por lo que son estas las que buscan la maximiazación, a través de mecanismos que solo son científicos en un rango estricto y bajo ciertos supuestos. Si aterrizaran a la realidad, los economistas neoliberales, podrían darse cuenta de son seres humanos los que interactúan en los mercados, y que efectivamente la codicia privada es la que origina las crisis. Esta codicia es el rector de la economía de mercado, la cual penetra incluso en las esferas políticas: políticos directores y accionistas de bancos e instituciones financieras. No existe una esfera pública y una privada, existe una esfera privada que coapta la pública. El capitalismo financiero mundial no es un mercado regulado, es la anarquía misma de flujos de capitales que corren anonimamente gracias a la informática. Los derivados son una muestra de ello y la globalización (sin hacerle un juicio valor aquí) es el marco en el que la economía se desenvuelve, sin rienda, sin camino, sin racionalidad, pero con dueño.

  • Constanza Fuenzalida R.

    23 Jun 201023/06/10 a las 15:22 hrs.2010-06-23 15:22:23

    A esta altura ¿Quien cree que la crisis economica fue una sorpresa?, la culpa no es de la codiciam si la entedemos como mejorar para alcanzar mas riqueza o ser mas poderoso, la culpa es la degeneracion que ha tenido esta palabra, no es mala codicia que la gente se endeude en creditos que nunca podra pagar, no es ese el negocio de los bancos, no es ese el efecto del credito (convencion que posterga el cumplimiento de una obligacion) . Adam Smtih tenia razon una mano invisble controla el mercado, pero lo que no sabia que esa mano tiene nombre y apellido "LOS BANCOS Y EL ESTADO", no son posturas dispares sino que cada uno necesita del otro y el estado no actuo cuando debio hacerlo, era de perogrullo saber que a ese costo de credito (bajos) las personas cada vez se iban a endeudar mas y claramente no poder pagar, asi se forma un fondo pero sin garantias, producto ello llega la crisis

  • Claudio Tapia A.

    23 Jun 201023/06/10 a las 03:09 hrs.2010-06-23 03:09:23

    Codicia privada, egoísmo relativo e intereses personales, abren un marco entre otros conceptos entre los cuales si es posible distinguir o lo era desde antiguo al menos, (según yo desde Hume comenzó un homologamiento siniestro) pero a la neoliberal (a la Hayek creo) se homologan practicamente, en tal sentido se entendería lo señalado por Ottone, intuitivamente si nos parece moralmente malo la codicia de los sujetos individuales, pero esto queda limpiado en tanto responde a una macroestructura , que lo limpia moralmente por así decirlo, yo estoy en contra, si creo en las distinciones y tal creencia me hace sostener una cierta regulación estatal a los mercados que elimine el factor perverso moralmente y deje funcionar al mero interés privado que si alcanza a parecernos legítimamente beneficioso para todos (el mercado si debe tener moral). Una regulación legal contraria a esa versión perversa del interés privado no excluye al propio aparataje público como parece sugerir el autor en la primera parte de la columna.

  • Freddy Henríquez C.

    23 Jun 201023/06/10 a las 01:13 hrs.2010-06-23 01:13:23

    "La ley de gravedad"; newton fue un tipo brillante, lamentablemente sabia explicar el fenomeno (la manzana que cae a la tierra) pero no sabia como FUNCIONABA.
    kaiser imprime un argumento consistente frente a las declaraciones de Ottone, sin duda mirar la crisis solo bajo los prismas de la "codicia privada", resulta ser un sin sentido a la luz de las diferentes pruebas tenidas sobre la mesa respecto de la crisis financiera.
    Sin embargo, del mismo modo, la miopia frente a la responsabilidad de los diferentes grupos con fuerte injerencia economica en el desencadenamiento de la crisis (hoy en dia mas potente que en el pasado), resulta ser liviana por demostrar, interesadamente, el desconocimiento de como a funcionado (y funciona) la economia liberal (y neoliberal) desde sus origenes. No basta con entender el fenomeno, y solo a modo ilustrativo, los especuladores de WALL STREET son fiel reflejo de como funciona este juego.

  • Inés Álvarez

    16 Jun 201016/06/10 a las 21:18 hrs.2010-06-16 21:18:16

    Desde comienzos de la década del 90, y en paralelo al Premio Nobel del Economista Douglass North sobre como las instituciones modifican el desempeño económico, la teoría neoclásica de la economía varío en 180°, con todo se comenzó a tomar en cuenta el hecho de que los cambios institucionales (y las instituciones en general) eran gatillantes en un mayor desempeño económico, así no era concluyente hablar de que si un país no tenía Constitución no daba garantías de un mínimo, pero sí no lo daba un país que durante el último período hubiese tenido variadas crisis institucionales, y que muy distinto desempeño tenian países bajo el Estado de bienestar

    Con lo anteriormente mencionado se concluye que la institucionalidad influye en el desempeño económico, ¿pero qué influye en la institucionalidad?, sabemos que muchos de los acuerdos políticos son simplemente eso y resultan ser transacciones de grupos de interés, la regulación de los mercados es una decisión absolutamente programática y siempre será complicado determinarlo pues a mayor regulación algún grupo quedará insatisfecho. No concuerdo que las instituciones políticas pudiesen ser perfectas pues están en el núcleo mismo de su concepto ser un reflejo de la realidad social y obviamente político de un país y por ende la perfección por esa vía no la podemos encontrar, pero sí podemos lograr que la regulación necesaria de los mercados esté separada de la política y en definitiva de lo público casi como una analogía a la "summa divisio" , ahí a mi parecer habría una solución donde los grupos de interés no decidiesen sobre la regulación del mercado

  • Camilo Mardones E.

    29 May 201029/05/10 a las 12:42 hrs.2010-05-29 12:42:29

    Concuerdo con Jonatan en su idea de la regulación de los mercados en ese margen donde el funcionamiento libre no es concordante con las nececidades humanas. Por lo mismo, no comparto como se quiere de parte de los sectores más liberales , celebrar como un triunfo la caída de las economías europeas. El intento de algunos países de Europa por instaurar un estado social de derecho debe ser visto todavía por nuestras democracias como un modelo a seguir, entendiendo que optar por una igualdad de oportunidades, que tome distancia de la mera igualdad formal, implica un esfuerzo por parte de la sociedad toda y un papel del estado como catalizador de estos esfuerzos.
    Ahora, no significa que la intervención sea un ahogo a la iniciativa privada, pero en el mundo de hoy, donde el esfuerzo del estado viene a ser defendernos de nosotros mismos, entregar una espada a quien va a ser devorado no me parece una idea fuera de toda lógica.

    Como punto aparte, la frase final del señor Kaiser va bastante en la línea del consejo que dió el Presidente en su reciente visita a Europa sobre como combatir la crisis y de paso la obesidad.

  • Jonatan Israel N.

    27 May 201027/05/10 a las 18:40 hrs.2010-05-27 18:40:27

    Si bien, concuerdo con que el argumento de Ottone es falaz y además creo que el mercado tiene una capacidad de limitarse a sí mismo, estoy convencido de que esta capacidad es limitada por el mismo ser humano por lo mismo soy un convencido de que la mera interacción de oferta y demanda no funciona por si sola y existe un margen donde cabe la regulación y no solo cabe sino que es necesaria para adaptar el mercado a las necesidades humanas.

    A mi juicio la codicia política es de hecho peor que la financiera, esto ya que de alguna manera la codicia política afecta de manera directa e inevitable al ciudadano promedio, de hecho si la codicia que existiese fuese solamente financiera y las instituciones políticas fueran las que funcionan de manera correcta, probablemente el mercado tendría un mucho mejor funcionamiento y lograría cubrir de mejor manera las necesidades de las personas, ya que un funcionamiento del aparato estatal que sea netamente para una regulación del mercado y sin ponderar intereses privados lograría alinear los objetivos políticos con los del mercado.

  • Hans Christian Bevensee Canavati

    27 May 201027/05/10 a las 12:07 hrs.2010-05-27 12:07:27

    Concuerdo con el señor Kaiser en que la codicia no es un mal propio del liberal, del empresario, o de los privados. El aparataje Estatal es un excelente medio para satisfacer la codicia de los grupos políticos, por sobretodo de los que no tienen las facilidades económicas para satisfacerla en el mercado. El intervencionismo económico estatal tiene como contrapartida la inflación y desempleo (o al menos la baja de los salarios reales), la inversión privada tiene como incentivo el crecimiento y desarrollo, al menos en los libros de economía. Aún así no concuerdo con el ejemplo dado por el señor Kaiser, creo que los países Europeos están en la situación de déficit en que se encuentran por otro tipo de políticas, intervencionistas de todos modos, pero no económicas. El trauma de la Alemania postguerra se refleja en una Constitución y un sistema educacional antinacionalista y pro integración. No es curioso entonces que Alemania haya sido a quien se le ocurrió la brillante idea de conformar una Unión Europea y como padre de la EU es el estado que más aportes en dinero hace a ella. De las políticas de la EU integradas al Estado de Bieniestar son las que producen el colapso de este. En Alemania viven cerca de 6 millones de personas de la Seguridad Social de las cuales cerca del 80% son extranjeras. El sistema no aguanta políticas como que si un extrajero trabaja un año en la comunidad queda de por vida cubierto por la seguridad social del país en que trabajó. Parace obvio que el procedimiento que se ha reiterado es que va un turco o italiano y se instala con un local de comida, luego contrata a sus familiares, luego de un año los despide, estos se acogen a la seguridad social y contrata a sus primos, así van llevando a toda la familia a la Comunidad Europea (doy el ejemplo de Alemania porque vivía allá y lo veía todos los días, pero sucede de igual forma en Francia, España, Suecia, etc). Creo en la Socialdemocracia y creo en que un sistema bien regulado podría haber funcionado, ahora ante la pregunta de si la Unión Europea políticamente ¿puede comenzar a expulsar a extranjeros que viven 20 años del Bienestar Social sin contribuir de vuelta al Estado? Por la historia de Europa probablemente no, menos Alemania. Saludos!