Tres ejemplos de liberalización para el Reino Unido

Claudio Palavecino 13 Abr 201213/04/12 a las 05:58 hrs.2012-04-13 05:58:13

@diegodelacruz
Noruega liberaliza su economía. Finlandia baja impuestos. Suecia introduce gestión privada en Sanidad y Educación:
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Última Modificación 13 Abr 201213/04/12 a las 05:58 hrs.2012-04-13 05:58:13
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  • Marc Bahamondes

    23 Jul 201223/07/12 a las 02:57 hrs.2012-07-23 02:57:23

    Insisto en que no hay que generalizar la crisis de la europa mediterranea al sistema mismo de Estado de Bienestar, la mayoría de los paises de Europa simplemente no se cuestionan su actual sistema, con crisis y todo.
    Por otro lado no se puede ignorar el hecho de la relación que existe entre la crisis economica mundial y la situación de algunas economias de europa. Si considero estos hechos creo que se vuelve mas debil el argumento de la Crisis generalizada del estado de bienestar.

  • José Varela P.

    20 Jul 201220/07/12 a las 12:35 hrs.2012-07-20 12:35:20

    Ahora, relacionando la crisis del Estado Bienestar con el sistema de pensiones, es bastante díficil que durante esta crisis vivida por los países uropeos se terminen dirigiendo hacia un modelo más parecido al chileno, con la capitalización individual como su motor principal. Y esto se debe no a puras razones ideológicas, sino que también pragmáticas. Como es sabido, a raíz de la severa crisis de endeudamiento que sufren la mayoría de los países europeos, la Unión Europea les ha exigido bajar la deuda fiscal de corto plazo de pensiones, y no reducir los pasivos de largo plazo, algo que puede tener como efecto soluciones actuales, pero no obsta que a futuro vuelva a ocurrir una nueva crisis similar.

  • Andrea Jiménez Laurence

    20 Jul 201220/07/12 a las 00:41 hrs.2012-07-20 00:41:20

    La fuerte crisis que hoy golpea a los países de Europa les hace tomar decisiones que en otros tiempos (quizás) no hubiesen tomado. Decisiones que, en virtud de las amenazas frente a las cuales desean ser soluciones, llevan consigo un avance en las materias (ya sea políticas, económicas, sociales, judiciales) dentro de las que se enmarcan.

    Cuando el ser humano se enfrenta a situaciones hostiles y complejas surgen vías de escape que en otras circunstancias no hubiese ideado, pero que lo elevan a un estado superior, que lo hacen avanzar hacia un progresivo desarrollo.
    El colapso del “Estado de bienestar” es un hecho, defenderlo hoy en día (y más en países como los europeos, en los que la población envejece aún más todos los días y en los cuales no hay un recambio generacional) es remar contra la corriente.

    Es por esto que países que hace unos años eran los paladines del “Estado de bienestar” han comenzado a tomar decisiones que atentan contra los principios rectores de este modelo, pero que, en virtud de la actual encrucijada en la que se encuentran, parecieran llevarlos a buen puerto (cuando la tormenta termine).
    Abrir paso al sector privado, que es más eficiente y dinámico, como señala el columnista, parece ser lo más sensato en tiempos como los actuales. Buscar libertad a partir del paternalismo estatal es pedirle peras al olmo. Por el contrario, dotar de una mayor rigurosidad al gasto estatal y flexibilizar la economía son llaves mediante las cuales estos países intentan abrir las puertas que comienzan a entorpecerles el libre camino hacia el progreso y el desarrollo. Quizás el Reino Unido tenga mucho que aprender de ellos (o quizás no), pero seguir manejando el tren de la misma manera como se ha estado haciendo durante todos estos años, y teniendo en mente que, a fin de cuentas, nos amenaza con descarrilarse, es una acción suicida. Probar nuevas llaves, nuevas opciones parece ser lo más sensato. Y más aún si estas nuevas iniciativas tienen como fundamento la libertad.

  • Andrés Muñoz Cárcamo

    19 Jul 201219/07/12 a las 23:32 hrs.2012-07-19 23:32:19

    El bienestar social de un Estado se fundamenta tanto en las condiciones económicas de un país como en sus decisiones políticas. Y, justamente, el hecho de que el Estado de bienestar europeo esté fracasando según muchos no constituye un argumento suficiente para rechazarlo, tal como su éxito pasado no sirve para justificarlo completamente. Chile, en tanto, es un país "en vías de desarrollo" y actualmente alcanza un PIB per cápita que bordea los 15.000 dólares. La pregunta siguiente es si, conforme a las nociones de justicia, nuestro país tiene una política de previsión social acorde a su capacidad económica. Yo creo que no, y que falta mucho por hacer; Chile es un país que puede y debe avanzar en otorgar mejores prestaciones sociales. Ello contribuye a mermar los niveles de desigualdad, tan evidentes en nuestra sociedad; y creo que las condiciones actuales permiten avanzar en mejorar ciertas prestaciones necesarias socialmente, muchas de las cuales están muy por debajo de lo que nuestro país se merece. Así por ejemplo, se deben subir los estándares en materia de salud o educación, en donde se evidencia con mayor notoriedad las diferencias; mientras más pagas, mejor acceso al derecho tienes.

  • Andrés Muñoz Cárcamo

    19 Jul 201219/07/12 a las 23:25 hrs.2012-07-19 23:25:19

    Estoy de acuerdo con varios de los puntos planteados por Osvaldo Guillén en uno de los comentarios anteriores. Los países nórdicos usualmente han sido vistos como el mejor ejemplo de economías sociales de mercado, esto es, economías libremercadistas, pero que conservan altos estándares de bienestar social que son defendidos (y soportados) por el Estado. En Chile, en cambio, nunca ha existido un Estado de bienestar como el que existe en las referidas naciones europeas, a pesar de que en nuestro país sí se otorgan determinadas previsiones sociales fundamentales -dentro de ellas, varias solventadas por el Estado-, aunque de manera obvia, en menor proporción a la de estos países.

  • Marc Bahamondes

    18 Jul 201218/07/12 a las 16:12 hrs.2012-07-18 16:12:18

    En lo personal creo que existen poderosas razones para liberalizar ciertas áreas de una economía, pero también creo que existen poderosas razones para no liberalizar otras. Creo que analizar los casos con la lupa del concecuencialismo puede representar un aporte. Creo que si analizamos la experiencia que Chile ha tenido por ejemplo en Salud, no cabe sino concluir que la experiencia ha sido desastrosa. Un sistema de salud para ricos de primer nivel, y otra para pobres (que es literalmente para morirse) como el que tenemos en chile, creo que no estuvo en el diseño ni en la voluntad de nadie que se aprecie de auténticamente liberal.
    Y esto a la luz de un liberalismo mas elemental debe ser visto como un fracaso absoluto, a menos que se deje de lado cualquier consideración practica y se vea ideológicamente el tema, caso en el cual los argumentos para excusarla son variados.

  • Marc Bahamondes

    18 Jul 201218/07/12 a las 16:09 hrs.2012-07-18 16:09:18

    Concluir aquello me parece un argumento débil y desde luego ideologizado, si por esto ultimo entendemos suscribir a una ideología (liberalismo económico) aunque sea sin mayores argumentos.
    Desde luego el mundo entero, (no solo esta Europa que “se liberaliza”) esta enfrentada como siempre a un problema de competitividad, acentuado con la aparición de China, india, Brasil e incluso países África.
    Volviendo al artículo, es sospechoso que termine con la pregunta acerca de si Cameron seguirá esta supuesta tendencia de los países mencionados.
    Esta sola inquietud, reflejaría sugerentemente el hecho de que al parecer los ingleses no están Tan disgustados con su sistema de seguridad social como el artículo tendenciosamente sugiere.
    Con todo esto cabria preguntarse si los ingleses desearían dejar este estado de bienestar en crisis, como mañosamente se lo muestra, que tienen, o bien querrían estar en la situación de sus amigos norteamericanos. Creo que ni siquiera Cameron optaría por la segunda opción.

  • Marc Bahamondes

    18 Jul 201218/07/12 a las 16:06 hrs.2012-07-18 16:06:18

    Creo que definitivamente no esta en crisis como se quiere inexplicablemente sostener, los modelos de previsión europeos en su conjunto, sino más bien los de estos países de Europa, La Europa del norte creo, definitivamente no está en crisis. Por lo que no podemos generalizar sobre una crisis del estado de bienestar, sino precisar que se trata de algunos países y ver las causas del quiebre del modelo en esos países, si es que son relativas a circunstancias puntuales de esas economías o bien se trata de un problema inherente al propio Estado de Bienestar. De la información que se tiene, parece concluirse que son mayoritariamente circunstancias puntuales de los países en crisis (Burbuja inmobiliaria española, especial debilidad ante la crisis financiera global, y fundamentalmente déficits fiscales estructurales) las que han generado la crisis. Y no el sistema mismo el que esta en crisis, prueba de ello es que en los países del norte de Europa no hay crisis del sistema a pesar del escenario económico mundial.
    Por lo que creo que no se desprende de ninguna de las medidas que menciona el columnista y que suelen esgrimirse, una suerte de derrumbe del estado de bienestar, al menos de los países del norte de Europa.

  • Marc Bahamondes

    18 Jul 201218/07/12 a las 16:06 hrs.2012-07-18 16:06:18

    Como señala Catalina, hace un par de años fue lugar común, señalar que la crisis económica mundial era el equivalente a una “Caída del muro de Berlín para el capitalismo…” esa observación me pareció ya entonces, tremendamente absurda.
    Creo que la realidad mundial se ha encargado de decirlo. Basta con mirar el desempeño de China India, Brasil y leer artículos como el que estanos comentando (y que abundan) que señalan un futuro derrumbe del estado de bienestar! para darnos cuenta que muy, muy pocas cosas han cambiado respecto de la forma de hacer negocios en el sistema económico, conocido como Capitalismo. Y que si se están generando cambios, siguiendo al columnista, estos serian en la dirección de “liberalizar” las economías.
    Así también, esta otra tesis sostenida en la columna, que señala una crisis o derrumbe del Estado de Bienestar, me parece, más bien carente de lógica y falaz.
    Para empezar cabría precisar que la crisis europea es, más bien la crisis de una cierta Europa, que es la Europa mediterránea. Es aquella Europa conocida como la Europa que “duerme la siesta”, por lo que en este punto es ineludible considerar los factores sociales, geográficos, especialmente demográficos y también culturales, para observar este fenómeno de quiebre del modelo de bienestar.

  • Nicolás Oyarzún Aguirre

    3 Jul 201203/07/12 a las 21:50 hrs.2012-07-03 21:50:03

    Claro, como dice Sebastián quizás el caso del sistema de AFPs chileno resulta del todo interesante a estos efectos. Este modelo pionero en su tipo ha sido exportado a varias latitudes, países latinoamericanos, europeos, y del resto del mundo, en el marco de procesos típicamente liberalizantes (como describe el autor cuya columna da origen a este foro). Así, parece atractivo evaluar si la transposición en cuestión resulta exitosa o no.

  • Sebastián Jara Luengo

    3 Jul 201203/07/12 a las 11:27 hrs.2012-07-03 11:27:03

    Agregándome al debate, creo que en casos en que la decisión pesa bastante sobre argumentos de tipo político, es esencial no descartar una opción sólo por seguir una tendencia en particular, como decía Nicolás, en este caso tendiente a liberalizar la economía. Al fin de cuentas sólo unas pocas medidas político-económicas son "made in Chile", como nuestro sistema de pensiones, frente a las muchas que son (dicho de una manera más seria) importaciones. Mirar afuera, los casos propuestos, y analizar el posible impacto en nuestra sociedad para evaluar su aplicación puede ser un buen ejercicio, primero técnico y luego político, para mejorar la economía y nuestro estándar de vida.

  • Nicolás Oyarzún Aguirre

    2 Jul 201202/07/12 a las 23:52 hrs.2012-07-02 23:52:02

    Es cierto Esteban, y creo yo que nadie podría dudar a estas alturas de que modelos "armados", importados desde latitudes distintas, pueden transformarse en rotundos fracasos.
    Sin perjuicio de esto, creo aún más importante lo que acota Catalina, dado que siempre la crítica hacia el "copy-paste" en materia de desarrollo econpomico apunta hacia los países que han adoptado modelos con una mayor participación estatal, mientras que a la inversa (Esto es, cuando se trata de copiar o emular modelos de liberalización) la crítica no se formula. Y yo creo que es igualmente válida en ambos sentidos.

  • Esteban Godoy Rivera

    2 Jul 201202/07/12 a las 14:28 hrs.2012-07-02 14:28:02

    Concuerdo con Sebastián. La realidad de los países extranjeros muchas veces es distinta a la realidad de cada país. Para adoptar un determinado sistema no puede analizarse una situación en abstracto; se debe analizar y tomar en cuentan la ordenación jurídica de cada país en un momento dado.

  • Catalina Fernández Carter

    29 Jun 201229/06/12 a las 15:01 hrs.2012-06-29 15:01:29

    Lo que dice Roberto es cierto, pero para ambos lados. Igual como no podemos pretender tener sistemas educativos idénticos o intervenciones estatales semejantes, no podemos basar nuestras políticas públicas en experiencias comparadas de liberalización, especialmente porque desconocemos los efectos que tendrán en el largo plazo.

  • Sebastián Pica Tellez

    29 Jun 201229/06/12 a las 01:14 hrs.2012-06-29 01:14:29

    No siempre es bueno mirar como modelo a países extranjeros, por lo genial que parezca su situación, ya que cada país es distinto y tiene sus propias características. De hecho me recuerda lo que dijo el profesor Fernández Rosas, quien hace poco vino a dar una charla a nuestro facultad. Cuando este se refirió al derecho internacional, nos recalco el error en que caían muchos países al copiar normativa foránea, sin tener en consideración nuestra realidad continental, lo que a la larga traía varias dificultades técnicas

  • Roberto Carrillo A.

    28 Jun 201228/06/12 a las 22:05 hrs.2012-06-28 22:05:28

    Creo que no es aplicable la experiencia comparada de estos países modelo, para extenderlo al caso chileno. Esto porque cada país tiene realidades distintas, modos distintos de generar riqueza (alegar un financiamiento permanente a algo [lo que sea], en un país que basa su riqueza en un material extraible limitado es lo más irresponsable que un Estado podría hacer).

    Claramente es necesario determinar hasta donde podemos liberalizar ciertas actividades, y cuando intervenir estatalmente, pero no debemos poner en peligro las arcas fiscales por meras presiones, o obligaciones aparentemente morales (esto porque el Estado no puede basarse en lo que le parezca correcto, tiene que actuar responsablemente, a diferencia del ciudadano promedio).

  • Agustín Searle V.

    28 Jun 201228/06/12 a las 17:26 hrs.2012-06-28 17:26:28

    Concuerdo en general con lo planteado por Esteban. Creo que si bien es evidente que los estados de bienestar europeos aprendieron la lección de cuidarse del derroche de recursos y evidentemente han retrocedido en algunas áreas de protección, el estado no ha abandonado por compelto su intervención en la vida de las personas.
    En el link en cuestión, se hace referencia a la reforma educativa finesa. Ese tema me parece interesante a propósito de las movilizaciones estudiantiles en Chile. Así, los liberales señalan que pedirle al estado que intervenga en la educación es "no entender nada de lo que está pasando en Europa". Bueno, Finlandia tiene uno de los mejores sistemas educativos DEL MUNDO y el estado tiene una fuerte intervención en éste.
    Sólo un ejemplo:El financiamiento de la U. de Helsinki proviene en un 60 % directamente del Estado; el 30 % destinado a la investigación proviene también de entidades estatales. Del 10% restante, el 5 % viene de la Unión Europea (dineros fiscales) y sólo el 5 % de entidades privadas. Es considerada una de las 100 mejores universidades del mundo.
    Así, aprendamos del sistema europeo, pero no lo transformemos en un argumento para defender la total supresión del estado. Eso es no entender nada.

  • Catalina Fernández Carter

    28 Jun 201228/06/12 a las 11:33 hrs.2012-06-28 11:33:28

    A mi me parece curioso (y un poco triste) que la crisis europea se haya transformado haya sido fuente de tanta alegría para los liberales que ven aquí la manifestación más evidente de que el estado de bienestar es un peligro público. Más allá de los reparos que me produce que alguien se regocije de la desgracia ajena sólo porque prueba su modelo económico, creo que dicha felicidad es equivocada. Y ahí me sumo a las palabras de Osvaldo, puesto que creo que el triunfo o el fracaso de un determinado sistema económico en un caso particular no prueba su idoneidad, dado que en muchos casos el resultado está condicionado por una serie de otros factores. Los sistemas triunfan y fracasan en una suerte de ciclo ininterminable.
    Así, como hoy los liberales celebran la derrota del intervencionismo, hace pocos años los socialistas celebraban que la crisis subprime era la mejor evidencia del fracaso del sistema capitalista y se alegraban de las reformas intervencionistas que impedían el desarrollo del libre mercado como tal. Sin duda estaban equivocados, pero tanto como lo están los que ahora creen que se acabó la intervención estatal.
    Por lo mismo, no me cabe duda que Europa pasará por una etapa de liberalización de su economía, de ahorro fiscal y de "destrucción" del estado de bienestar, marcada por los gobiernos de derecha hace poco electos, pero que luego volverá al estado de bienestar. Y de verdad creo que ese ciclo no se detendrá.

  • Martha Escariz O.

    27 Jun 201227/06/12 a las 02:16 hrs.2012-06-27 02:16:27

    Creo que un estado de bienestar puede funcionar, dentro de ciertos parámetros, mientras las prestaciones ofrecidas cumplan por completo sus objetivos y con la calidad necesaria, por lo que estas deben ser un número reducido, si no los fondos no serán suficientes y el aporte del ciudadano será cada vez mayor. Como las necesidades de hombre son infinitas es necesario reducir aquellas que el sistema económico de cada país pueda sustentar y el resto entregárselas a privados. Es necesario que el liberalismo entre a estos países y el derecho a la propiedad y a la libertad quede para este tipo de decisiones, previsiones no sustentadas por el estado, entregada a cada sujeto, para que en su decisión personal vea si quiere o no pagar por ella. recordemos que los estados en general no son buenos produciendo dinero, se dedican a distribuir los tributos que obtienen de las personas, y como hemos visto tampoco son muy buenos distribuyéndolos, porque sus sistemas previsionales están colapsando sus economías, se hace cada vez más importante delegar ciertas decisiones a los particulares.

  • Roberto Carrillo A.

    9 Jun 201209/06/12 a las 13:02 hrs.2012-06-09 13:02:09

    Concuerdo con Esteban, pero hasta cierto punto. El Estado podría señalar la dirección en la cual hay que dar las prestaciones, fijar a quien y en qué medidas, y los privados acumular y administrar los fondos, esto porque los criterios de los privados no siempre van dirigidos al bien común (eso lo sabe todo el mundo), pero del mismo modo no podemos negar su eficiencia inherente, que le da la libertad de competir con sus pares, lo cual hace que un sistema de seguridad social administrado por particulares, con fiscalización estatal es el sistema más equilibrado, pero a su vez efectivo.

    Por tanto yo no lo vería de modo tan extremista como fue señalado por Dino, esta bien que haya que otorgarle toda la libertad posible a los privados, pero deben existir contrapesos para esto, puesto que de lo contrario se perderá el rumbo de todo el sistema.

  • Francisca Pinilla P.

    5 Jun 201205/06/12 a las 20:34 hrs.2012-06-05 20:34:05

    No se puede negar el rol del Estado en la seguridad social. Hay personas en la sociedad que no tienen ni el mínimo que les permite hacerse parte del sistema, y a ellos hay que ayudar y proveerles lo necesario para que puedan cubrir sus necesidades más básicas y otogarle las herramientas para que, de a poco, puedan ir insertándose y tengan la posibilidad de entrar al sistema administrado por los privados que ha resultado tan favorable y eficiente.
    La existencia y necesidades de quienes no pueden proveerse a sí mismos de lo básico no se pueden desconocer ni dejarlos en el desamparo, y si no queremos fundamentar esta ayuda en alguna razón moral, podemos encontrar una más bien práctica, en cuanto no podemos permitir que sus necesidades no cubiertas se transformen en un desorden social, como si los dejáramos morir en la calle de enfermedad.

  • Esteban Godoy Rivera

    5 Jun 201205/06/12 a las 12:27 hrs.2012-06-05 12:27:05

    Estimado Dino: Creo que el rol del Estado es fundamental en la seguridad social ya que es el Estado y no los privados, el encargado de asegurarle a las personas niveles de vida dignos. Si bien concordamos en que los particulares en base al sistema de incentivos, es probable que funcionen de forma más eficiente que la autoridad central a la hora de otorgar ciertas prestaciones como en el sistema de pensiones; se necesita crear cobertura gratuita de ciertas necesidades sociales para aquellas personas que no puedan acceder a éstas por falta de recursos y es aquí donde la asistencia de torna indispensable. Por lo tanto, creo que la intervención directa del Estado no es algo de lo cual se pueda prescindir tan fácilmente.

  • Dino Schiappacasse

    30 May 201230/05/12 a las 21:13 hrs.2012-05-30 21:13:30

    Estimado Esteban, creo que el post no sólo apunta a que exista una administración y gestión de privados en la seguridad social, sino que nuevamente se trata de un caso relativo a la extensión de ésta. Me refiero a que perfectamente pueden verse satisfechas ciertas necesidades sin tener que haber una intervención del Estado de forma directa sino que estableciendo las reglas del juego, como se puede extraer del texto el que hayan disminuido los costos de contratar a alguien ha resultado beneficioso para su prosperidad. De esta manera, entiendo que existen otros mecanismos para cubrir dichas necesidades fuera de la seguridad social, como también en mi opinión el rol del Estado sí podría ser asegurar un sistema eficiencia, estableciendo los incentivos para que los beneficios se asignen a un número máximo de personas con el menor costo posible, y que además en el largo plazo existan incentivos para innovar tecnológicamente. Asimismo, para asegurar la competencia el Estado debe tratar de aligerar las barreras de entrada, lo que se puede ver ejemplificado en el texto José Piñera en el cual se indica que las AFP todos comenzaron a funcionar un mismo día,para que ninguna tuviera ventajas sobre otra.

    En suma, creo que el rol del Estado podría ser más restringido en la seguridad social, y que su forma de contribuir a mantener un sistema eficiente es implementando los incentivos para ello, pero sin necesidad de una intervención directa como sería por medio de la asistencia.

  • Dino Schiappacasse

    28 May 201228/05/12 a las 19:54 hrs.2012-05-28 19:54:28

    Creo que ciertas medidas han sido acertadas, el rebajar impuestos y devolver ciertas industrias a privados como ocurre en Finlandia como también en generar competencia en ciertos mercados como en educación o salud. Como consecuencia de estas políticas se genera se genera competencia en el mercado y por tanto se da un giro a los incentivos de éste, es decir,la innovación resulta ser atractiva como también puede ser el reactivar el mercado laboral.

    Otra forma de reactivar el mercado labora, por ejemplo, es la disminución de los costos de contratación. De lo que se desprende del texto, es que no puede entenderse que la economía y la estructura de la sociedad se base en el intervencionismo del Estado, asegurando un menor acceso a los servicios finalmente, porque sin la apertura de los mercados los países no pueden especializarse en aquello que son mejores, no se generan incentivos para emprender ni la creación de empleo.

    Por el otro lado, creo que las reformas liberales apuntan a un mismo objetivo que la seguridad social puede tener bajo cierta interpretación de carácter ideológico, que es el generar bienestar y prosperidad en la población. De esta manera, aumentando la libertad de los individuos se han alcanzado mejores resultados que bajo el peligro de un Estado que teniendo buenas impresiones ha creado riesgos debido a los gastos excesivos, lo que puede tener consecuencias catastróficas si no se coordina con una política monetaria responsable y que tampoco hoy podría enfrentar la crisis europea sin reformas.

  • Esteban Godoy Rivera

    26 May 201226/05/12 a las 10:22 hrs.2012-05-26 10:22:26

    La senda que sigue nuestra seguridad social actual me parece que es la adecuada. Sin embargo, debe existir gestión y administración mixta; Tanto los entes públicos como los privados deben participar en la entrega de prestaciones de la seguridad social. Javiera tiene un punto de razón al sostener que los privados puede que administren mejor los fondos de los afiliados y entreguen prestaciones de forma más eficiente; Empero es menester la intervención del Estado como ente fiscalizador en esta materia a través de las Superintendencias. La satisfacción de las necesidades sociales no se pueden someter a las reglas del libre mercado: debe existir regulación de la autoridad para que los objetivos se cumplan, de lo contrario esa eficiencia de la que se habla no será tal.

  • Javiera Ocampo S.

    22 May 201222/05/12 a las 23:39 hrs.2012-05-22 23:39:22

    Me parece que el artículo da cuenta de las obvias consecuencias que un Estado de Bienestar que abarque todos los ámbitos de la seguridad social puede traer para los distintos estados que los implementan. Parece que cuando los países que poseen este tipo de sistema económico, donde el estado se encarga de proporcionar las distintas prestaciones que apalean las contingencias que afectan a las personas, entran en una crisis económica se hace necesario poner un freno a la ayuda desmedida que en un principio estaban dispuestos a proporcionar para luego retroceder, dar la vuelta como dice Tomás, para intentar salvar la economía del país en cuestión.
    Ahora bien, parece claro, luego de todo lo discutido en clases respecto a la seguridad social, que muchas veces es mejor dejar en manos del sector privado la entrega de determinadas prestaciones, y esto no sólo porque resulta mucho más eficiente su administración, en comparación, por ejemplo, con el antiguo sistema de cajas de pensiones administradas por el sector publico; sino que también porque en el marco de un libre mercado, donde existe un gran numero de oferentes de servicios estos buscarán entregar los más ventajosos para la comunidad, y no en base a cuestiones de solidaridad ni de caridad, sino que para que estos individuos busquen obtener las distintas prestaciones de ello y no de otros agentes privados que intervengan en el mercado. Así, el mercado van vapuleado por todos resulta ser el medio más eficaz y justo para la obtención de ciertas prestaciones sociales, esto porque los agentes que las ofrecen buscan la ecuación mas beneficiosa para su organización, lo que al mismo tiempo redunda en un menor costo para el afiliado o beneficiado por dicha prestación.
    Y esto es algo que ha buscado implementarse en toda Europa para apalear las consecuencias del Estado de Bienestar, donde se repartieron a destajo prestaciones que, sí, podemos envidiar, pero que a la larga terminaron con una especie de quiebra de los Estados, que con el transcurso del tiempo no pudieron responder con los recursos que poseían a las distintas necesidades que en la sociedad surgían.
    Ante esto nos conviene tomar nota, y analizar las bondades de nuestro sistema dejando de lado prejuicio un tanto atrasados, como la maldad que se esconde detrás del lucro. Y luego de un detenido análisis determinar si es necesario y adecuado para nuestra sociedad jugárnosla por un Estado de Bienestar, o si por el contrario debemos seguir la senda europea, que curiosa y extrañamente es por la que circulamos en la actualidad.

  • Felipe Hepner A.

    6 May 201206/05/12 a las 21:16 hrs.2012-05-06 21:16:06

    El hecho de que el sistema de bienestar europeo, que siempre hemos admirado e intentado imitir, este haciendo crisis en los últimos años nos debe hacer prestar atención y actuar de manera cautelosa, pero no creo que las conclusiones apresuradas sean la solución a esta posible debacle. Y es que el supuesto "fracaso" de este modelo en varias naciones europeas no debiese hacernos concluir que el modelo esta destinado a fracasar en todas sus formas y en todas sus variables (tal como dijo Robero Carrillo, los modelos deben considerar la realidad de los paises concretos, y sacar conclusiones universales respecto del modelo de estado de bienestar puede ser apresurado). Así, considero que la situación europea puede servirnos como una instancia de análisis y revisión de el modelo al que "queremos llegar", y el caso de los paises de europa del norte nos puede hacer tomar una nueva postura respecto de un modelo que por muchos años fue "él" modelo a seguir.

  • Roberto Carrillo A.

    29 Abr 201229/04/12 a las 18:38 hrs.2012-04-29 18:38:29

    Creo que el artículo demuestra como las reformas tienen que considerar la realidad del país concreto, y no aplicar un sistema que haya funcionado en un lugar pretendiendo que tendrá el mismo éxito. Además, que el liberalismo ha sido la clave para el progreso de diversos estados, para abandonar el paternalismo estatal, que pese a parecer lo más seguro, en muchos casos ancló el desarrollo por décadas.
    Nuestro sistema provisional es un ejemplo claro del progreso que supone, en muchos casos, creer en al libertad individual como método para el crecimiento y desarrollo, permitiendo al individuo pensar y no que terceros tomen decisiones por ellos. El Estado de Bienestar, antiguamente tan popular en Europa, está cayendo por su propio peso, y creo menester un estudio profundo en el paso a seguir para no tropezar con la misma piedra, y pagar, en 5, 10 o 20 años más, una nueva caída sistemática.

  • Osvaldo Guillen M.

    17 Abr 201217/04/12 a las 12:00 hrs.2012-04-17 12:00:17

    En Chile nunca ha habido un Estado de bienestar con las características materiales del antiguo modelo sueco o finés, pero esto no significa que no hayamos conocido el intervencionismo propio de dichas políticas públicas. Algunas personas parecen olvidar que el enorme aparato estatal debió ser desarmado para implementar las políticas liberales. Cuando en la actualidad algunos exigen del Estado una respuesta a las demandas de las facciones, lo novedoso de esas exigencias no son los instrumentos de intervención que defienden, sino la creencia de que los recursos necesarios para llevarlas a cabo se tienen.

    Para este punto de vista ya no es un problema, como lo era a mediados del siglo XX, el atraso y dependencia de nuestra industria. Por el contrario, puesto que la industria y los negocios han prosperado, se ha encontrado una nueva explicación para la necesidad de mayores cargas públicas. Se esgrime que la falta de recursos se debe a que el capital privado se sustrae a las obligaciones que impone entenderlo dentro del marco más amplio del capital social.

    Pero que el ingreso esté mal distribuido en Chile no justifica la implementación de políticas de bienestar. Aquella no va atada a ésta como una conexión lógica. La distribución del ingreso también es un problema que tiene cabida en un modelo liberal, pues no elimina las consideraciones de justicia.

    Cambiando de tema, señalar que el Estado de bienestar europeo -o el Estado liberal en alguna parte del mundo- ha fracasado no es un argumento suficiente para rechazarlo, del mismo modo que sus años de éxito no sirven para justificar todo el modelo. Inexorablemente los modelos caen Las condiciones que permitían sustentarlos desaparecen o son reemplazadas por otras. Pero esto no nos debe llevar a pensar pesimistamente. El señor Labbé introduce una buena cuota de sensatez al señalar que las condiciones que contradicen al modelo de bienestar están presentes en Europa, y podrían estarlo en Chile al cabo de pocos años.

    Revisar la posibilidad de un modelo corregido, como sugiere el señor Oyarzún, es un camino atractivo para la discusión. Pero para evitar que ese debate se convierta en una sarta de peticiones incoherentes, su punto de partida tiene que ser la delimitación de las contingencias que con justicia todos debemos soportar.

  • Nicolás Oyarzún Aguirre

    15 Abr 201215/04/12 a las 21:51 hrs.2012-04-15 21:51:15

    Me parece una discusión del todo ad hoc a los tiempos que vivimos en Chile. Así, la preocupación que manifiesta el sr. Labbe parece ser compartida por muchos que ven, con fundamento en un descontento "social" creciente y cada vez más notorio -en las más variadas áreas de la realidad económica y social chilena-, que nuestro país tomará el camino que en el pasado (en algunos casos más reciente que en otros) siguieron países como Suecia para alcanzar un desarrollo que no solo se evidencie en los "grandes números" si no que pueda ser palpable en la realidad cotidiana de los ciudadanos (distribución equitativa de la riqueza).
    Creo que hoy siguen siendo más razonables las objeciones en el ámbito teórico (paternalismo estatal versus libertad) al estado de bienestar, que los argumentos que le apuntan como la principal causa de las crisis económicas en algunas de las economías europeas. ¿Hubiese sido la abolición temprana del estado de bienestar un buen remedio para evitar crisis como la de Grecia? creo que no. Creo que las ideas sobre las cuales se basa el estado de bienestar son loables, y tienden a fortalecer el "pacto social". Esto no implica, en la línea de lo planteado por el sr. Godoy, que dicho modelo no pueda incorporar elementos que hagan al sistema más eficiente. Y un buen ejemplo está en la misma Suecia, que pese a los altos beneficios sociales que caracterizan a dicho estado es uno de los países que en el mundo post-crisis del 2008 ha alcanzado un PIB más alto que el que tenía antes de ella (estado de bienestar y crecimiento no son incompatibles).
    En suma, no creo que la abolición del estado de bienestar y la liberalización total sea el camino correcto (así como que descartar un sistema de esas características para Chile deba ser una premisa de cara al futuro). Creo en la idea que subyace al pacto del estado de bienestar, esto es, el compartir los costos de determinadas "contingencias" entre todos. Pero ciertas formas de liberalización (conjugar gestión privada con servicios públicos, una carga impositiva menor pero que a la vez permita satisfacer necesidades de los desposeídos, etc) que permitan perfeccionar el mismo sistema y mitigar el fantasme del paternalismo estatal pueden fortalecerlo de cara a los vaivenes del sistema económico y financiero, tanto nacional como internacional.

  • Esteban Godoy Rivera

    14 Abr 201214/04/12 a las 19:43 hrs.2012-04-14 19:43:14

    Creo que no hay que satanizar al Estado de bienestar, pues cuando se tienen recursos creo que lo más correcto es procurar la satisfacción de las necesidades básicas de los más desposeídos a través de redes de asistencia pública. Pero no basta con que sean públicas, sino que sean eficientes y cumplan con sus objetivos. El Estado de Bienestar encuentra su crisis cuando existe un excesivo gasto fiscal lo que genera muchos problemas como la inflación. No va en un asunto de ideologías políticas y económicas sino en un asunto de gestión. Creo que los Gobiernos deben enfrentar los problemas dejando las ideologías a un lado para enfocarse en la resolución de éstos encontrando la mejor forma. La liberalización cumple sus objetivos cuando se logra que los particulares puedan hacerlo de un mejor y más eficiente modo que el Estado todo lo cual lleva al bienestar social. Sin embargo, creo que es importante recordar que el modelo de libre mercado sin regulación puede generar ( y que lo ha hecho en el pasado) extremos de riqueza y de pobreza, contaminación excesiva, entre otros males, lo que lleva a una crisis social que se traduce en manifestaciones, marchas, revueltas que pueden conllevar al debilitamiento de las instituciones de un país. Lo mejor es tener un sistema en donde el Estado se haga cargo de forma eficiente de aquellos asuntos en donde al mercado no le interesa participar, existiendo por ende un Estado subsidiario pero que se encargue de proteger siempre a las personas de escasos recursos, ya que el desarrollo de un país no sólo se mide en crecimiento económico sino en una mejor distribución de la riqueza y por ende, en una mayor equidad.
    Como dice Stiglitz, no hay que ser tan bobo para creer que el Estado resuelve todas las fallas del mercado o que los mercados resuelven todas las problemáticas sociales.

  • Tomás Labbe B.

    13 Abr 201213/04/12 a las 15:10 hrs.2012-04-13 15:10:13

    El gran dilema que plantea esta situación es el hecho de que parece que nosotros vamos en sentido inverso. Los países de Europa en general abrazaron con fuerza el bienestar y altas tasas impositivas permitieron otorgar inmejorables servicios públicos que acá siempre hemos admirado.
    Pero parece que el sistema hace crisis y los europeos dan la vuelta y el Estado va en reterida... y sin embargo, acá seguimos propugnando por fortalecer el Estado, aumentar los impuestos (a quién sea) y priorizar lo público sobre lo privado, a la vez que satanizamos el lucro (de los otros).
    Europa viene de vuelta y con su ejemplo al frente, nosotros queremos emprender la ida. No soy experto en nada y recién comenzamos a estudiar el sistema previsional, pero si esos países que tratamos de copiar constantentemente y que son un modelo en todo alaban nuestras AFP, algo bueno tendrán éstas... quizás fomentar al responsabilidad, internalizar los riesgos y usar el incentivo del lucro no esté tan mal.
    No vaya a ser que al final de la ida, siguiendo el mismo modelo, tengamos que devolvernos.

  • José Varela P.

    13 Abr 201213/04/12 a las 11:26 hrs.2012-04-13 11:26:13

    Concuerdo con el artículo en que me parece, no existe ninguna duda de que la situación económica de ciertos países europeos dados los enormes déficits fiscales que poseen, es insostenible. Esto se ha visto reflejado incluso en la cada vez mayor adhesión a ciertos postulados de derecha, como queda claro en el caso español, donde la mayoría de la gente termina eligiendo a Rajoy por considerarlo que él sí sabría como "manejar la economía". Que existe una ola liberalizante por toda Europa, no merece dudas. Que adoptar políticas liberales parece ser el mejor remedio para la crisis que están viviendo, también parece lo correcto. Ahora bien, será muy importante para los socialdemócratas europeos definirse en torno a las nuevas políticas que se implantarán, ya que su opinión afectara la ejecución de ellas. Si usan un discurso de izquierda a la antigua, eso no hará más que retrasar y profundizar la crisis vivida. Ahora bien, si entienden que para la coyuntura actual son necesarias ciertas políticas de corte liberal, se facilita bastante el camino. Aunque suene paradójico, la centro izquierda europea debería tomar en alguna medida el rol que ha tenido la centro izquierda chilena, de aceptar un modelo de apertura de mercados y liberalización en todo sentido, incluída la previsión social. Con esto no quiero decir que el modelo chileno sea digno de imitar, falta mucho para que sea óptimo, pero va por buen camino si se hacen las correcciones necesarias. Saludos a todos.