¿Cuanto vale nuestro nombre?
Nicolás Cisternas 23 Oct 200823/10/08 a las 19:50 hrs.2008-10-23 19:50:23
Desde hace un poco más 2 años la Tesorería General de la República decretó la quiebra de la “Corporación de Fútbol de la Universidad de Chile” (Corfuch), desde ese momento nuestra universidad ha pasado a ser un ente importantísimo en la decisión de cual seria la nueva forma institucional del club.
Hagamos un poco de historia, el primer antecedente de un club de fútbol de la Universidad de Chile data del año 1909, en donde se disputa el primer encuentro de selecciones estudiantiles, entre nuestra casa de estudios y la universidad católica. Este club fue cambiando de nombre(Federación Deportiva de la Universidad de Chile, Club Atlético Universitario y Club Náutico Universitario, entre otros), incorporando distintas disciplinas deportivas, hasta 1934, donde definitivamente pasa a llamarse Club Deportivo de la Universidad de Chile. La rama de fútbol de este club ingresaría al fútbol profesional el año 1938. En los próximos 40 años el club gozaría de grandes éxitos deportivos y de pocos cambios institucionales, hasta 1980, en donde, por decisiones del gobierno de la época, el equipo de fútbol deja de estar ligado administrativamente y juridicamente de la Casa de Bello, naciendo así la Corfuch, corporación sin fines de lucro que administro el club por cerca de 25 años, cuyo representante más reconocible es el Dr. René Orozco.
Durante 23 años la Corfuch se pudo solventar económicamente, a pesar de los problemas que tenian la mayoría de los clubes del futbol chileno, es por esto que en 2005 se promulga la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (http://sil.senado.cl/docsil/ley3316.txt), ley que intenta dejar atrás los problemas económicos que afectaban al futbol, ¿De que forma? Todo nuevo club que se cree debe ser Sociedad Anónima Deportiva Profesional, por otro, lado los clubes ya existentes tenían la opción de elegir entre ser: Sociedad Anónima Deportiva, Corporación o Fundación. Los Socios de la Corfuch decidieron con un 98% de los votos seguir siendo corporación, pero tal elección no pudo ser llevada a cabo pues a mediados del 2006 la Corfuch quebró. Luego de muchas discusiones Azul Azul S.A., toma el control de la Corfuch y de todos sus activos por 30 años. Hasta ahora todo bien, Azul Azul se hace cargo de todas las instalaciones del club, de los pases de los jugadores, de los derechos para jugar en el futbol profesional, pero ¿y el nombre?
Hoy el equipo es Club Universidad de Chile, aun lleva el nombre de nuestra casa de estudios, esto porque el decano de la facultad de derecho, Don Ricardo Nahum, negoció con la administración de la sociedad anónima para que la universidad tuviera dos representantes en el directorio y además recibirá anualmente el 1,05 % de los ingresos brutos totales del club deportivo. Desde 2009, esta suma podrá ser alternativa al 3,5 % de las utilidades netas, dependiendo de cuál alcance un mayor valor. Y a partir de 2012, podrá corresponder al 4 % de las utilidades netas, todo esto ¿a cambio de que? De la explotación del nombre “Universidad de Chile” y del “Chuncho”.
Este problema va más allá ser hincha o no de “la U”, como estudiantes de la Universidad de Chile siento que se nos esta pasando a llevar. Creo que para nadie que sería agradable ver las paginas del cuerpo B de “El Mercurio” y observar el nombre de “Universidad de Chile” al lado de la acciones de Copec, Falabella o Colo Colo. Incluso me imagino que nadie estará de acuerdo que empresarios egresados de otras universidades estén ligados de cierta forma al nombre de nuestra institución. De hecho el presidente de Azul Azul, Federico Valdés es egresado de nuestro departamento, pero actualmente es vicerrector de la Universidad del Desarrollo. Las autoridades de nuestra universidad al momento de estudiar las condiciones de la concesión le exigieron que renunciara al cargo, pero Valdés se negó tajantemente, ¿No es lógico pensar que existe algún tipo de interés detrás de esta negación? Para mi hay algo “trucho”. Con todo esto siento que se esta poniendo en juego el carácter publico de nuestra universidad y se esta desprestigiando el nombre de nuestra institución, pues todos sabemos que existe mucha gente que se identifica con “la U” que precisamente no va al estadio solo a disfrutar del futbol, sino que también se dedica a realizar desmanes, protegidos y resguardados detrás de ese chuncho que a nosotros tanto nos representa.
Por otro lado esta el tema del (vil) dinero, claro esta que uno de los mayores problemas que sufre nuestra casa de estudios esta en el ámbito monetario, en nuestra facultad no se ve, pero existen grandes problemas de financiamiento en otros campus de la chile, por lo que el dinero que se recibiría bajo este concepto es necesario (OJO: que un 3,5% de las utilidades netas no es poco), pero ¿ de que forma sabremos en que se esta invirtiendo ese dinero? Lo lógico seria que la plata se reinvirtiera en deporte, darle apoyo al Club Deportivo de la Universidad de Chile y hacer que todos los estudiantes nos sintamos parte de él, y quien sabe si a lo mejor en un futuro se puede volver a unificar este club deportivo con el club de fútbol.
Por ultimo, no debemos estar ajenos a todos los acontecimientos con ocurren con respecto al tema. Como estudiantes de la mejor universidad del país tenemos que proteger el patrimonio y prestigio del que somos parte y que no se pierda por las decisiones, que muchas veces, se toman dentro de cuatro paredes. Hoy es el club de futbol… mañana puede ser nuestra facultad.
Y tú … ¿ Qué opinas?
Hagamos un poco de historia, el primer antecedente de un club de fútbol de la Universidad de Chile data del año 1909, en donde se disputa el primer encuentro de selecciones estudiantiles, entre nuestra casa de estudios y la universidad católica. Este club fue cambiando de nombre(Federación Deportiva de la Universidad de Chile, Club Atlético Universitario y Club Náutico Universitario, entre otros), incorporando distintas disciplinas deportivas, hasta 1934, donde definitivamente pasa a llamarse Club Deportivo de la Universidad de Chile. La rama de fútbol de este club ingresaría al fútbol profesional el año 1938. En los próximos 40 años el club gozaría de grandes éxitos deportivos y de pocos cambios institucionales, hasta 1980, en donde, por decisiones del gobierno de la época, el equipo de fútbol deja de estar ligado administrativamente y juridicamente de la Casa de Bello, naciendo así la Corfuch, corporación sin fines de lucro que administro el club por cerca de 25 años, cuyo representante más reconocible es el Dr. René Orozco.
Durante 23 años la Corfuch se pudo solventar económicamente, a pesar de los problemas que tenian la mayoría de los clubes del futbol chileno, es por esto que en 2005 se promulga la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (http://sil.senado.cl/docsil/ley3316.txt), ley que intenta dejar atrás los problemas económicos que afectaban al futbol, ¿De que forma? Todo nuevo club que se cree debe ser Sociedad Anónima Deportiva Profesional, por otro, lado los clubes ya existentes tenían la opción de elegir entre ser: Sociedad Anónima Deportiva, Corporación o Fundación. Los Socios de la Corfuch decidieron con un 98% de los votos seguir siendo corporación, pero tal elección no pudo ser llevada a cabo pues a mediados del 2006 la Corfuch quebró. Luego de muchas discusiones Azul Azul S.A., toma el control de la Corfuch y de todos sus activos por 30 años. Hasta ahora todo bien, Azul Azul se hace cargo de todas las instalaciones del club, de los pases de los jugadores, de los derechos para jugar en el futbol profesional, pero ¿y el nombre?
Hoy el equipo es Club Universidad de Chile, aun lleva el nombre de nuestra casa de estudios, esto porque el decano de la facultad de derecho, Don Ricardo Nahum, negoció con la administración de la sociedad anónima para que la universidad tuviera dos representantes en el directorio y además recibirá anualmente el 1,05 % de los ingresos brutos totales del club deportivo. Desde 2009, esta suma podrá ser alternativa al 3,5 % de las utilidades netas, dependiendo de cuál alcance un mayor valor. Y a partir de 2012, podrá corresponder al 4 % de las utilidades netas, todo esto ¿a cambio de que? De la explotación del nombre “Universidad de Chile” y del “Chuncho”.
Este problema va más allá ser hincha o no de “la U”, como estudiantes de la Universidad de Chile siento que se nos esta pasando a llevar. Creo que para nadie que sería agradable ver las paginas del cuerpo B de “El Mercurio” y observar el nombre de “Universidad de Chile” al lado de la acciones de Copec, Falabella o Colo Colo. Incluso me imagino que nadie estará de acuerdo que empresarios egresados de otras universidades estén ligados de cierta forma al nombre de nuestra institución. De hecho el presidente de Azul Azul, Federico Valdés es egresado de nuestro departamento, pero actualmente es vicerrector de la Universidad del Desarrollo. Las autoridades de nuestra universidad al momento de estudiar las condiciones de la concesión le exigieron que renunciara al cargo, pero Valdés se negó tajantemente, ¿No es lógico pensar que existe algún tipo de interés detrás de esta negación? Para mi hay algo “trucho”. Con todo esto siento que se esta poniendo en juego el carácter publico de nuestra universidad y se esta desprestigiando el nombre de nuestra institución, pues todos sabemos que existe mucha gente que se identifica con “la U” que precisamente no va al estadio solo a disfrutar del futbol, sino que también se dedica a realizar desmanes, protegidos y resguardados detrás de ese chuncho que a nosotros tanto nos representa.
Por otro lado esta el tema del (vil) dinero, claro esta que uno de los mayores problemas que sufre nuestra casa de estudios esta en el ámbito monetario, en nuestra facultad no se ve, pero existen grandes problemas de financiamiento en otros campus de la chile, por lo que el dinero que se recibiría bajo este concepto es necesario (OJO: que un 3,5% de las utilidades netas no es poco), pero ¿ de que forma sabremos en que se esta invirtiendo ese dinero? Lo lógico seria que la plata se reinvirtiera en deporte, darle apoyo al Club Deportivo de la Universidad de Chile y hacer que todos los estudiantes nos sintamos parte de él, y quien sabe si a lo mejor en un futuro se puede volver a unificar este club deportivo con el club de fútbol.
Por ultimo, no debemos estar ajenos a todos los acontecimientos con ocurren con respecto al tema. Como estudiantes de la mejor universidad del país tenemos que proteger el patrimonio y prestigio del que somos parte y que no se pierda por las decisiones, que muchas veces, se toman dentro de cuatro paredes. Hoy es el club de futbol… mañana puede ser nuestra facultad.
Y tú … ¿ Qué opinas?
¿Ingeniería Civil en 5 años? 5
Sergio Celis Guzmán 11 Sep 200811/09/08 a las 23:11 hrs.2008-09-11 23:11:11
¿Vieron la página C1 del Mercurio de hoy? Hoy fue la UAI, muy pronto la PUC. En el aviso dice “Siguiendo la tendencia de las mejores universidades del mundo” y en cierta medida es verdad, en el mundo el título de ingeniero se obtiene en 5 e incluso 4 años, en las mejores y peores escuelas de ingeniería del mundo las ingenierías son más cortas que en Chile. Que nuestras ingenierías duren 6 años es algo exótico para Europa, EEUU, Asia y Oceanía. Al tener programas en 5 años, estas universidades se ponen a la par con el mundo, son más comprensibles globalmente. Además, al país le saldrá más barato formar un ingeniero, en tres décadas habrá una generación más de ingenieros de la que habría de permanecer el actual modelo. Con ingenieros más jóvenes en el mercado laboral, es posible que aumente la tasa de estudios de post grado y el número de los que estén dispuestos a irse al extranjero. Un dato más, ¿Sabían ustedes que muchos de nuestros distinguidísimos académicos fueron ingenieros de 5 años?. Hasta aquí muchos de ustedes deben estar angustiados, quizás sean los últimos retrogrados y retrogradas ingenieros de 6 años, hoy varios de ustedes expresaron ser favorables a una ingeniería de 5 años.
¿Por qué mantenerse en 6?, aunque no lo crean hay muy buenos argumentos. ¿Por qué disminuir si nuestro "producto" es muy exitoso? Hasta ahora nuestro "producto" es exitoso, el puntaje de ingreso aumenta año a año, los mejores alumnos del país quieren estudiar ingeniería. De los que ingresan a nuestra escuela sobre el 80% se titula, prácticamente todos obtienen muy buenos trabajos y sueldos que son los más altos del mercado profesional, ¿por qué bajar a 5 años? En Chile los ingenieros civiles son muy bien valorados y no sólo en el ámbito de la ingeniería sino que socialmente somos símbolo de tradición, de cierta sabiduría y visión, al igual que los abogados y los médicos, e incluso un poco más. Esto no es para nada común en el resto del mundo, para nada, ¿se imaginan un país donde la profesión de máximo prestigio sea la abogacía? (con todo respeto a los notables). Me tocó desenvolverme en el mundo profesional privado y en el público, ahora me desenvuelvo en ámbitos académicos y me ha tocado estar en varios congresos internacionales con ingenieros de todo el mundo, y nunca he sentido que mis 6 años de ingeniería sean una desventaja, todo lo contrario. Los ingenieros chilenos somos muy versátiles, vamos desde lo específico hacia lo general con mucha rapidez. Si un alumno nuestro quiere seguir un postgrado, las probabilidades de éxito son altísimas.
Nuestros buenos alumnos brillan en cualquier parte. Estudiar un año menos o un año más no es trivial, incluso si el proceso no es muy eficiente y aunque los contenidos se repitan, un año más de estudio pesa, genera nuevas reflexiones, conexiones, saberes, otras maduraciones. Es cierto que en el mundo laboral se aprende mucho, claro que se aprende en la “realidad”, pero no es lo mismo, no está la misma libertad y los objetivos son otros, el proceso de aprendizaje está menos en nuestras manos fuera de un ambiente como el de Beauchef. Quizás, una medida interesante que podemos adoptar, con poco esfuerzo, sea validar nuestro título al de un magíster profesional, eso nos haría algo más comprensibles en este mundo.
No estoy para nada convencido de que 6 años de formación sea lo mejor, estoy seguro que en 5 años lo seguiríamos haciendo bien (ojo que computación dura 5,5), pero tampoco me seduce la moda mundial, en 5 años el “producto” formado sin duda que será otro. En fin, confío en nuestra Escuela, en la sabiduría que le da su tradición y excelencia.
¿Por qué mantenerse en 6?, aunque no lo crean hay muy buenos argumentos. ¿Por qué disminuir si nuestro "producto" es muy exitoso? Hasta ahora nuestro "producto" es exitoso, el puntaje de ingreso aumenta año a año, los mejores alumnos del país quieren estudiar ingeniería. De los que ingresan a nuestra escuela sobre el 80% se titula, prácticamente todos obtienen muy buenos trabajos y sueldos que son los más altos del mercado profesional, ¿por qué bajar a 5 años? En Chile los ingenieros civiles son muy bien valorados y no sólo en el ámbito de la ingeniería sino que socialmente somos símbolo de tradición, de cierta sabiduría y visión, al igual que los abogados y los médicos, e incluso un poco más. Esto no es para nada común en el resto del mundo, para nada, ¿se imaginan un país donde la profesión de máximo prestigio sea la abogacía? (con todo respeto a los notables). Me tocó desenvolverme en el mundo profesional privado y en el público, ahora me desenvuelvo en ámbitos académicos y me ha tocado estar en varios congresos internacionales con ingenieros de todo el mundo, y nunca he sentido que mis 6 años de ingeniería sean una desventaja, todo lo contrario. Los ingenieros chilenos somos muy versátiles, vamos desde lo específico hacia lo general con mucha rapidez. Si un alumno nuestro quiere seguir un postgrado, las probabilidades de éxito son altísimas.
Nuestros buenos alumnos brillan en cualquier parte. Estudiar un año menos o un año más no es trivial, incluso si el proceso no es muy eficiente y aunque los contenidos se repitan, un año más de estudio pesa, genera nuevas reflexiones, conexiones, saberes, otras maduraciones. Es cierto que en el mundo laboral se aprende mucho, claro que se aprende en la “realidad”, pero no es lo mismo, no está la misma libertad y los objetivos son otros, el proceso de aprendizaje está menos en nuestras manos fuera de un ambiente como el de Beauchef. Quizás, una medida interesante que podemos adoptar, con poco esfuerzo, sea validar nuestro título al de un magíster profesional, eso nos haría algo más comprensibles en este mundo.
No estoy para nada convencido de que 6 años de formación sea lo mejor, estoy seguro que en 5 años lo seguiríamos haciendo bien (ojo que computación dura 5,5), pero tampoco me seduce la moda mundial, en 5 años el “producto” formado sin duda que será otro. En fin, confío en nuestra Escuela, en la sabiduría que le da su tradición y excelencia.